Not For Broadcast: VR ^VR

¡El galardonado juego de caos televisado y comedia oscura que los críticos han calificado como «Obra maestra de lo friki» y «Posiblemente el mejor juego FMV de la historia» ya está disponible en RV!

Not For Broadcast VR aprovecha las mecánicas, la historia y la comedia oscura del galardonado juego original FMV de aventuras para acercarte más que nunca a la noticia. Tienes una perspectiva general de toda la redacción: interactúa con tu equipamiento y golpea, abofetea y agarra todo lo que se atreva a interponerse entre la verdad y tú.

Es tan sumamente inmersivo que sentirás que te electrocutas de verdad con equipamiento electrónico de dudosa calidad. ¡Prometido!

Famosos con mucho ego, políticos corruptos y patrocinadores turbios comparten espacio en el aire. Tu misión es conseguir que el programa siga adelante sin contratiempos; o al menos para eso te pagan. En realidad, nada te impide pasarte el día dándote en la cabeza con cintas VHS.

Elige los titulares a mano, ¡literalmente!

Revive el arte perdido de insertar a mano una cinta VHS gracias a la magia de la realidad virtual. Coloca con cuidado el «aire acondicionado» para que las noticias no se recalienten y empiecen a dar vueltas por tu escritorio durante la pausa publicitaria (eso sí, ten cuidado con los cables).

También podrás agitar el puño con rabia ante la ideología política que más odies (o ante quien quieras; total, nadie te ve).

Marca el rumbo del debate

Entretén al público con tus dotes de edición sin perder de vista las cifras de audiencia. Haz quedar a los políticos de avariciosos o valientes, haz quedar a los líderes de la oposición de nobles o violentos, y haz quedar a los presentadores como gente encantadora o algo turuleta. Las personas y hechos que decidas mostrar en pantalla cambiarán el curso de la historia. Sin presión.

Para todos los públicos

La realidad virtual se inventó para simular que pulsas botones rojos con pinta de hacer algo importante. Aplástalo con violencia (o púlsalo con cariño, funciona igual) para evitar que ciertas palabras o informaciones delicadas se emitan. Procura que el telediario sea un espacio seguro tanto para la infancia como para los sistemas políticos opresores.

Refina el caos, carga anuncios, dale caña al volumen y adéntrate en los sueños, miedos, esperanzas y neurosis de toda una nación desde la comunidad de tu suelo.